sábado, 17 de octubre de 2009

España es condenada por el TEDH y ZP ignora lo que pasa en su país.

Me sonroja escuchar a un presidente que es incapaz de analizar la historia o desconocerla, y sobre todo la presente, españa fue condenada y en noviembre 2006, entre otras fechas por vulnerar desde el año 1989 hasta el 2007, los derechos humanos de los guardias civiles, por el tribunal europeo de derechos humanos, ignorando este tribunal la existencia de la operación columna, presidente menos verborrea y más hechos.

¿Otra trola de la “memoria histérica”?

Toda la verdad sobre Franco, los judíos y Zapatero

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aprovechado su visita a Jerusalén para dejar otra de sus perlas. “Antisemitismo era la dictadura de Franco”, ha dicho. Es interesante, porque pocas cosas hay más demostradas que la ayuda del régimen de Franco, durante la segunda Guerra Mundial, a los judíos centroeuropeos. Ofrecemos aquí testimonios incontrovertibles.

LA CLAVE

Basta de manipulaciones socialistas, por favor.

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Antisemitismo era la dictadura de Franco, ha dicho Zapatero en Jerusalén

Como la postura muy abiertamente pro palestina del Gobierno Zapatero ha suscitado en Israel acusaciones de antisemitismo, nuestro presidente fue preguntado por el tema durante su visita a Israel. “Debo declarar de forma clara, no hay antisemitismo en España en ninguna de sus expresiones”, afirmó tajante el presidente. Pero Zapatero se recreó en la suerte y añadió: “No todo comentario, publicación o fotografía debe ser considerada antisemita. La mejor prueba es que hoy en día no hay actos antisemitas en España”. Y crecido, proclamó: “Antisemitismo era la dictadura de Franco”.

¿Fue antisemita la dictadura de Franco? Es interesante, porque desde hace muchos años se sabe que la realidad fue exactamente la contraria. Es más, abundan los testimonios de políticos e intelectuales e israelíes agradeciendo al régimen de Franco su tarea de protección de los judíos durante la segunda guerra mundial. La presidenta Golda Meier, en 1959, proclamaba en el Parlamento israelí: “El pueblo judío y el Estado de Israel recuerdan la actitud humanitaria adoptada por España durante la era hitleriana, cuando dieron ayuda y protección a muchas víctimas del nazismo”.

Pero, ¿no era la España de Franco aliada de la Alemania de Hitler? Sí, pero las cosas son más complicadas de lo que parece. Así lo explicó en 1989 a diario El País el político israelí Isser Harel, que fue jefe del Shin Beth y del Mossad, los principales servicios secretos israelíes: “Al régimen de Franco, aunque aliado de Hitler, no le complacían las violentas persecuciones antijudías. España dio refugio a numerosas familias judías que huían del infierno nazi durante la Segunda Guerra Mundial. España había ido incluso más lejos: Madrid había autorizado a los cónsules españoles en Europa oriental y central a conceder pasaportes españoles a judíos cuyos apellidos tuviesen una identidad histórica española, como Toledano, Bejarano, Castro, lo que salvó a cientos de judíos, sobre todo en Rumanía, de la deportación hacia los campos de muerte hitlerianos”.

Cuando Hitler, a partir de 1943, puso en marcha la solución final, los consulados de España en la Europa ocupada por los alemanes comenzaron a otorgar sistemáticamente pasaportes españoles a los judíos de habla castellana. El origen sefardí justificaba esta atribución de nacionalidad. Se calcula que gracias a esta política, en modo alguno desconocida en Madrid, sino evidentemente conocida y probablemente inspirada desde el propio régimen de Franco, salvaron la vida entre 46.000 (según las cifras más cicateras) y 70.000 judíos europeos.

¿Fue una actividad desarrollada por los diplomáticos por su propia cuenta, o fue una instrucción general del gobierno franquista? Es realmente difícil imaginar que en unos años como aquellos, y en una situación así, los diplomáticos actuaran al margen de las indicaciones de Madrid. Max Mazin, en el libro de José María Gironella y Rafael Borrás 100 españoles y Franco, atribuye claramente la decisión al propio Franco: “La acción desarrollada por diplomáticos y personal consular español en los países europeos ocupados por el nazismo, siguiendo instrucciones directas del gobierno de Franco. ha contribuido a salvar miles de vidas humanas”.

Esta eficacia española a la hora de salvar la vida de decenas de miles de judíos perseguidos por el nazismo contrasta con la inactividad o la impotencia de las grandes naciones aliadas. Shlomo Ben Ami comenta, por ejemplo, la rara posición norteamericana: “El poder judío no fue capaz de cambiar la política de Roosevelt hacia los judíos durante la II Guerra Mundial. El único país de Europa que de verdad echó una mano a los judíos fue un país en el que no había ninguna influencia judía: España. España, que salvó más judíos que todas las democracias juntas. Es todo muy complejo”.

Tan complejo que tampoco Francia queda exenta de culpa, según explicaba en 2005, en "El Mundo", el presidente del Consejo Mundial Judío, Israel Singer: “La España de Franco fue un refugio importante de judíos que se arriesgaron a venir, escapando de la Francia de la libertad, la fraternidad y la igualdad. No quiero defender a Franco, pero en la II guerra mundial muchos judíos se salvaron en España e ignorarlo es ignorar la historia”. Zapatero, evidentemente, ignora la historia. O algo peor.

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