LA RIOJA
Tricornios prohibidos
La sección regional del Sindicato Unificado de Guardias Civiles nace en La Rioja en 1988; la recogida de ayudas de apoyo al cabo Rosa le permite organizarse en la clandestinidad
Estamos vivos y somos el recuerdo de los muertos y de sus familiares vivos, aunque volváis a las andadas, nuestra lucha continuará hasta conseguir nuestros objetivos, nos podéis meter en las prisiones y tirar la llave, ingresarnos en los psiquiátrico y tirar la llave, pero no seréis capaces de cerrarnos la boca y nuestra libertad de expresión para gritar alto y claro "PSOE y Socialistas Españoles condenados por vulnerar los derechos humanos, PSOE y Socialistas Españoles, persiguieron y persiguen a los Guardias Civiles por solicitar sus derechos constitucionales"; podéis dedicar a muchas personas a intentar desprestigiarnos, podéis anotar en nuestras fichas delictos inexistentes, podéis difamarnos, pero sucederá como siempre, nos volveremos a poner de pie; Las personas no se miden por las veces que cayeron , sino por las veces que se levantan, en vuestras manos está hacer justicia.
V. DUCRÓS/LOGROÑO
Desde la clandestinidad. Así fueron los inicios del Sindicato Unificado de Guardias Civiles (SUGC). La legalización no llegó y, con muchos de sus dirigentes en prisión o expulsados de cuerpo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) recogió la herencia reivindicativa del SUGC con cobertura legal. Fueron muchos los problemas que existían en el inicio clandestino del SUGC para poder reunirse, organizar ruedas de prensa o mandar comunicados, pero contaron con la ayuda de CC OO -Manuel Ruano, especialmente- sindicato que les cedía el local para las reuniones e, incluso, les guardaba el sello de la organización. También contaron con la ayuda de IU y USO -Julio Salazar-. Eran los encargados de mandar los correos. A otros, como José María Buzarra, de UGT, reconocen Javier Torrellas, Eduardo Salicio y José Manuel León, miembros de la AUGC, «el corazón le decía una cosa, pero la cabeza otra»«Cuando convocábamos reuniones en CC OO siempre había una furgoneta blanca aparcada en la calle Milicias; sabíamos que dentro estaban miembros del servicio de información y que nos filmaban», comenta León, «y hablo de los años 94-95-96, cuando la asociación ya era legal».Asímismo, recuerda cómo fueron los primeros contactos con medios de comunicación. «Yo mantenía conversaciones telefónicas, desde diferentes cabinas, con periodistas. Sólo utilizaba mi 'alias' para hablar con ese periodista, pero desde la Dirección General le habían intervenido el teléfono al periodista. El capitán de información me hizo un día una serie de preguntas como cuál era la matrícula de mi coche. No entendía nada; no sabía que estaban grabando mi voz para cotejarla. La cinta la llevaron a un centro para comprobar las voces. Era la misma que la que a ellos les constaba con el 'alias' del guardia civil». Por este motivo León estuvo en la prisión militar de Alcalá Meco, en la misma etapa que Tejero, «por acciones sindicales».El SUGC nació en La Rioja a raíz de la lucha del cabo Manuel Rosa, quien en mayo de 1986 presentó un estatuto para legalizar la organización «y seis horas después tenía una orden de detención». Él fue el promotor nacional y desde las comunidades se sumaron a su lucha. «En La Rioja se abrió un número de cuenta para ayudar a la familia de Rosa. Ingresábamos 300 pesetas al mes para los gastos del juicio y defensa jurídica del cabo. La gente me iba dando el dinero y ya empezamos a quedar», señala León.«Un buen día hicimos un comunicado de prensa denunciando las irregularidades en comandancia, ya que había máquinas tragaperras en el cuartel, cuando estaba prohibido. Cuando vino de visita el antiguo delegado del Gobierno, Miguel Godia, las metieron en un anexo; dijeron que no era cierto, pero cuando volvieron a sacarlas, hicimos y enviamos las fotos». En La Rioja, donde hay unos 900 guardias civiles -640 pertenecen a la AUGC-, el sindicato se presentó el 3 de octubre de 1988. Hoy en día es posible llevar un registro con el nombre de los afiliados.
Desde la clandestinidad. Así fueron los inicios del Sindicato Unificado de Guardias Civiles (SUGC). La legalización no llegó y, con muchos de sus dirigentes en prisión o expulsados de cuerpo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) recogió la herencia reivindicativa del SUGC con cobertura legal. Fueron muchos los problemas que existían en el inicio clandestino del SUGC para poder reunirse, organizar ruedas de prensa o mandar comunicados, pero contaron con la ayuda de CC OO -Manuel Ruano, especialmente- sindicato que les cedía el local para las reuniones e, incluso, les guardaba el sello de la organización. También contaron con la ayuda de IU y USO -Julio Salazar-. Eran los encargados de mandar los correos. A otros, como José María Buzarra, de UGT, reconocen Javier Torrellas, Eduardo Salicio y José Manuel León, miembros de la AUGC, «el corazón le decía una cosa, pero la cabeza otra»«Cuando convocábamos reuniones en CC OO siempre había una furgoneta blanca aparcada en la calle Milicias; sabíamos que dentro estaban miembros del servicio de información y que nos filmaban», comenta León, «y hablo de los años 94-95-96, cuando la asociación ya era legal».Asímismo, recuerda cómo fueron los primeros contactos con medios de comunicación. «Yo mantenía conversaciones telefónicas, desde diferentes cabinas, con periodistas. Sólo utilizaba mi 'alias' para hablar con ese periodista, pero desde la Dirección General le habían intervenido el teléfono al periodista. El capitán de información me hizo un día una serie de preguntas como cuál era la matrícula de mi coche. No entendía nada; no sabía que estaban grabando mi voz para cotejarla. La cinta la llevaron a un centro para comprobar las voces. Era la misma que la que a ellos les constaba con el 'alias' del guardia civil». Por este motivo León estuvo en la prisión militar de Alcalá Meco, en la misma etapa que Tejero, «por acciones sindicales».El SUGC nació en La Rioja a raíz de la lucha del cabo Manuel Rosa, quien en mayo de 1986 presentó un estatuto para legalizar la organización «y seis horas después tenía una orden de detención». Él fue el promotor nacional y desde las comunidades se sumaron a su lucha. «En La Rioja se abrió un número de cuenta para ayudar a la familia de Rosa. Ingresábamos 300 pesetas al mes para los gastos del juicio y defensa jurídica del cabo. La gente me iba dando el dinero y ya empezamos a quedar», señala León.«Un buen día hicimos un comunicado de prensa denunciando las irregularidades en comandancia, ya que había máquinas tragaperras en el cuartel, cuando estaba prohibido. Cuando vino de visita el antiguo delegado del Gobierno, Miguel Godia, las metieron en un anexo; dijeron que no era cierto, pero cuando volvieron a sacarlas, hicimos y enviamos las fotos». En La Rioja, donde hay unos 900 guardias civiles -640 pertenecen a la AUGC-, el sindicato se presentó el 3 de octubre de 1988. Hoy en día es posible llevar un registro con el nombre de los afiliados.
El socialismo.
La Guardia Civil se creó en 1844 con el objetivo de sustituir al Ejército en las tareas de seguridad ciudadana. Se proyectó como un cuerpo militar, pero de naturaleza civil, y en sus 163 años de existencia nunca formó parte estrictamente del Ejército, aunque la dictadura franquista militarizó los cuerpos policiales para garantizar la represión política.La llegada al poder en 1982 de los socialistas significó la desmilitarización de los cuerpos de Policía, con la excepción de la Guardia Civil, cuyas funciones policiales permanecieron bajo la disciplina militar. El TC reconoció el 16 de noviembre de 1989 la constitucionalidad de la estructura militar del Cuerpo, pero señalando que esto es sólo una opción de las posibles que tiene el legislador. 1994 y el escándalo 'Luis Roldán' les dio algo de aire, al permitirse la legalización de varias asociaciones de guardias civiles.Entre las reivindicaciones de la AUGC están la dependencia exclusiva de Interior y la desmilitarización. Asimismo, aspira a un modelo policial con reglamentación de jornada, permisos y vacaciones como el resto de funcionarios, con una homologación salarial adecuada. Un proceso que la Policía Nacional ya recorre desde hace 24 años. Por supuesto, exigen el reconocimiento del derecho a la sindicación, así como la democratización del Cuerpo y el reconocimiento de los derechos fundamentales para los agentes.«Las mejoras que hemos conseguido se han logrado a fuerza de pelear desde la clandestinidad; mucha gente se ha jugado su sueldo y ha sido sancionada. La administración no nos ha dado nada. Sólo con la presión y las sentencias judiciales hemos ido ganando», admitió Torrellas. Tres hechos han marcado los últimos tiempos: una movilización en la Plaza Mayor de Madrid, con miles de agentes el 22 de abril de 2006; la presentación el 5 de diciembre del pasado año de 200 quejas de guardias civiles ante el Defensor del Pueblo; y la concentración de 3.000 guardias civiles uniformados el 20 de enero
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