Os voy a contar un cuento que fue realidad , pero que como es imposible de creer, lo sitúo en algo que viví pero que no fue real , lo tomo como irreal por increible de padecer y creer.
Estando destinado en Navarra, y con motivo de la denominada Operación Columna --otro cuento-- fuimos destinados un grupo de Guardias Civiles, muy peligrosos --más que los de ETA- como castigo, a pueblos esparcidos por la geografía de España; a mí, como era Gallego me trasladaron a Aliaga --Teruel-- sólo había un autobús a primera hora de la mañana y otro a última hora , cuando lo había,-- y a otro Joaquín Visuerte ,de mi misma unidad en Navarra, como era Andalúz, a Galicia , a otro pueblecito diminuto A Mezquit; en fin la hada buena llamada Esther por orden del Rey Midas Roldán y Felipe Gonález, nos envían a recorrer la geografía Española para que cambiáramos de hábitos y no sigamos con nuestro empeño en pedir los derechos constitucionales.-- la verdad era que trataban de engañarnos, yo sabía que los derechos constitucionales no se mendigan se exigen, no en vano era sobresaliente en derecho político I y Político II--
Trataron y lo hicieron por todos los medios que nosotros los constitucionalistas, olvidáramos nuestras ánsias de derechos humanos, al llegar a mi nuevo destino, me encontré con el látigo de los malos --nosotros los constitucionalistas-- y se me advirtió: "LA CONSTITUCION Y LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES SE QUEDAN AHÍ, FUERA DEL CUARTEL , USTED ES GUARDIA CIVIL Y NO TIENE DERECHO A ELLOS , VÁYASE COMPORTANDO COMO PROCEDE SINO PIDA LA BAJA O DE OTRO MODO LE EXPULSAREMOS".
La verdad, es que no fueron capaces de mudar nuestros hábitos, aunque nos cambiaran de lugar de residencia, pero la cosa se agravó más, el que me dijo esas palabras, luego, me llevaba a las reuniones clandestinas a Zaragoza, y me advertía de que ciertos días el teléfono del cuartel estaba pinchado y me daba a leer los informes que remitía, algo le había hecho cambiar, y me lo explicó: "Amigo, te mandaron aquí para que te diera la última puntilla, pero al verte trabajar y formarte, me dí cuenta de la grave injusticia que estaban cometiendo, cuando me llamó Luis Roldán para pedirme explicaciones y que motivara el porqué de no haberte corregido, le dije: Es el mejor profesional que he tenido bajo mi mando y no espere que lleve a cabo una acción contra él, y si no está de acuerdo ya puede comenzar a corregirme a mi, por desgracia al cabo de unos meses este buen oficial se vió abocado a sufrir lo que en las espaldas llevabamos nosotros como algo natural.
El látigo de Aliaga y de la DGGC, se convirtió en amigo de los constitucionalistas y siempre se mostró como un buen amigo y una buena persona, y simplemente tratanto a sus compañeros con dignidad y respeto, formando un buen equipo al servicio del ciudadano, para mi , constitucionalista a rabear, ha sido siempre un honor ser su compañero y subordinardo.
Pero amigos y amiguitas, la cosa no terminó ahí, a ese puesto iban destinados los peores, los denominados sindicalistas, y allí fenecían, os voy a contar varios casos que son poco creibles, se esparcían y difuminaban como la espuma y siempre acababan reconocidos como delincuentes; ahí va: unos años antes allí había sido destinado un sindicalista denominado Calleja --nombre supuesto-- y qué efectividad en el servicio, en su casa apareció un arsenal de armas, el pobre protagonista del cuento salió del cuartel , recién llegado ,para la cárcel y con propuesta de expulsión mediante expediente gubernativo, esto corrió como la pólvora por todos los cuarteles, y el sambenito estaba colgado, lo habían logrado, uno más de los del sindicato delincuente, todos son unos delincuentes, lo demostraremos decía el jefe de los buenos Don Luis Roldán, apoyado por Corcuera --el de los fondos reservados etc- y de Felipe González el Rey Sol, "A por ellos sin tregua ni cuartel, hasta aniquilarlos y tirarlos al Mar", los constitucionalistas no deben ni respirar son peor que los de ETA, algunos más compasivos decían: que éramos como los de ETA; no creáis que no era una tranquilidad escuchar a éstos decir estas palabras, con todo el circo montado y el miedo que nos atenazaba, escuchar frases compasivas era una tranquilidad.
Si lo que cuento es más que un cuento, puede parecer realidad sucedida en la España democrática y bajo el gobierno del Rey Sol Felipe González, no quiero dejar en el tintero el día en que lavaba un coche oficial, después de llegar del servicio: "Se me presentan tres compañeros --por llamarlos de alguna forma-- y me dicen tu eres el Guardia X, el sindicalista,.... tú eres el que matastes a Manolete,.. no te preocupes que demostraremos que lo has hecho tú.... gracias a Dios no pudieron demostrarlo, si lo intentaron no me acuerdo, lo que sí sé es que fui perseguido de tal forma que hasta la página del periódico el Heraldo de Aragón que leía era trasladada en el informe diario que se hacía al igual que los números del cuenta kilómetros de mi coche.
Pero tengo que dar gracias a Dios, que después de todo lo que han hecho contra mí y mi familia, todavía puedo contarlo, no me pasó como a Calleja, en mi casa entraban cuando querían pero no me pusieron armas, ni droga, ni me acusaron de nada tan grave, pero me consta que ganas no le han faltado.
Continuemos con el cuento, pasado el tiempo en ese pequeñísimo pueblecito, y al ver que no lograban sus objetivos, irrumpieron en mi domicilio sin orden de registro y cogieron todos mis libros y se los llevaron a para la cuadra del pueblo y después de mezclarlos con los excrementos de los caballos, tristemente para mí, les prendieron fuego, tristemente eran mi único capital y patrimonio, tristemente me dejaron sin una parte importante de amigos, y de muchos y buenos amigos que me enseñaron todo lo que sé, querían , pretendían que me olvidara de los derechos humanos y constitucionales, y con la quema de mis libros, lo hicieron peor, no cesé en luchar por lo que me enseñaron, y lo seguiré haciendo mientras viva, algunos de ellos, escrito por un gran maestro decía: Soy parte del problema o de la solución nunca del paisaje", mis amigos fueron asesinados entre el fuego y la mierda, pero adquirieron más fuerza en mi corazón y en mi carácter y os aseguro que el cuento termina bien , lograrán, lo que se propusieron al abrir sus hojas para mí, que todos, todos, incluso los Guardias Civiles tengan derechos humanos tan cacareados por el PSOE y tan cercenados por éstos llamados vergonzosamente socialistas.
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